Este pasado sábado, el tema fue sobre las cosas que dicen en contra del Santo Rosario.
El Santo Rosario es una oración de carácter mariano, razón por la cual, los cristianos de otras denominaciones nos tildan de "idólatras" y dicen que para llegar a Dios no se necesita intermediarios. Pero el Rosario en sí no es una oración de petición directa a la Virgen María, es una oración para que ella interceda por nosotros -tal como lo hizo en las bodas de Caná, cuando le pidió a Jesús hacer el milagro del vino- para que nuestras oraciones lleguen más rápido a su hijo. Es una oración que nos acerca al mismo Dios, que nos hace sentir la necesidad de Él y su ayuda amorosa.
Nosotros no le rendimos adoración a María, la VENERAMOS que es muy distinto. Es ella un ejemplo para nosotros en cuanto a su respuesta al llamado que nuestro Señor le hizo por medio del Arcángel Gabriel. Es precisamente por su humildad que el Señor la elige para ser madre de Jesús... ¡MADRE DEL HIJO DE DIOS! La misma humildad que ella entrega alabando a Dios en el Magníficat en la visitación a su prima Isabel; la misma humildad con la que guardaba varios hechos que sucedieron con su hijo dentro del corazón.
Es el mismo Jesús que nos la entrega en la cruz. No es la Virgen María "un vaso o una bolsa desechable" como lo piensan los de otras denominaciones que Dios utilizó para engendrar a su Hijo... ¿Qué mayor bendición para una mujer ser la elegida de darle vida al mismo Hijo de Dios? ¿Cómo no darle el respeto debido a la Madre de Dios?
Del mismo modo, nosotros debemos mostrar humildad en aceptar los designios de Dios, porque sólo Él sabe sus planes para con nosotros.
Como decíamos al inicio, el Rosario mismo es una oración exclusiva a Dios, por la cual hacemos "el pequeño sacrificio" de rezar 50 Ave Marías para la intercesión de su Madre hacia nuestras peticiones, sin hacerla a ella más grande que nuestro Señor.
1 comentario:
ene es muy diveretido los compañeros los cordinadores son muy creativos
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